La lectura Inferencial

Todo texto tiene una intención y es al lector a quien le corresponde descubrirla, es decir, toda expresión de ideas encierra una información semioculta o escondida que le corresponde a quien lee o escucha inferir o predecir para complementar el mensaje del emisor.
Inferir es un proceso cognitivo mediante el cual se extrae información explícita en los textos o discursos. Las deducciones o lo que se deriva de una afirmación o de una idea se convierten en inferencias si el autor del texto no afirma tales cosas explícitamente.
Según las anteriores consideraciones, la proposición "Juan era pobre, pero honrado", tiene unas intenciones y se pueden extraer diferentes inferencias que no están presentes, pero que el lector en su proceso cognitivo necesita saber para entenderlo y relacionarlo con su contexto según los sentidos y significados que infiera del texto. Ejemplo:
a. "Los pobres generalmente no son honrados".
b. "La pobreza es consecuencia de la honradez".
c ."La pobreza está asociada con la deshonestidad".
d. "Riqueza y honradez están emparentadas".
e. "Pobreza y honradez tienden a excluirse".
f. "La pobreza obedece a un comportamiento virtuoso".
Las inferencias (a), (b) y (e) se establecen sobre la base de lo que se dice, es decir sobre lo explícito. Mientras que las inferencias (c), (d) y (f) se establecen sobre la base de un contenido implícito en los elementos léxicos, en la estructura sintáctica del enunciado o en la información contextual.

La lectura inferencial exige leer el texto con atención, identificar y definir el problema o lo que se requiere explicar a partir de la lectura, descartar la información irrelevante, las falsas pistas que no proporciona los datos necesarios para cumplir con el propósito de análisis establecido, identificar y rastrear los indicios para construir supuestos, elaborar hipótesis y conclusiones, confrontar los supuestos hechos en cada caso, para verificar la coherencia interna sobre las hipótesis y conclusiones planteadas.